El verano está a la vuelta de la esquina. Y aunque debemos usar el protector solar todos los días del año, es todavía más importante durante la época más calurosa, cuando aprovechamos que los días son más largos, el sol calienta más, y apetece pasar más tiempo al aire libre.
¿Estás buscando un protector solar adecuado? Saber exactamente qué buscar en una crema para el sol puede ser complicado. Desafortunadamente, no todos los productos de protección son iguales, por lo que es importante ser inteligente al elegir una opción.
A continuación te muestro los puntos esenciales a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor protector solar, según lo que recomiendan los dermatólogos.
Fecha de fabricación de lote
Cuanto más nuevo sea el protector (en lo que a fabricación se refiere), más eficaces serán sus activos.
El problema es que los filtros solares tienden a descomponerse muy fácilmente, sobre todo cuando se exponen al sol o a altas temperaturas. Por lo tanto, es importante comprar el stock más nuevo posible.
Termina el que tienes empezado antes de comprar otro nuevo para que no se almacene en el armario y sea lo más reciente posible.
Y, por supuesto, si ya ha caducado, tíralo y compra uno nuevo. No te servirá de nada.
Una marca confiable
Una marca de la que te fías y que cuenta con atención al cliente es un lujo. Si es posible, elige marcas nacionales o de la Unión Europea, ya que tienen regulaciones muy estrictas sobre la certificación de los protectores solares.
Evita comprar productos asiáticos, pues no cuentan con las mismas normas en cuanto a la certificación de los productos.
De amplio espectro
Elige un protector con protección de “amplio espectro”; esto quiere decir que protegen contra los rayos UVA y UVB. Aunque prácticamente todos los productos de protección nos protegen contra los rayos UVB, no todos ellos lo hacen de la misma forma con los rayos UVA, que también contribuyen a la formación de cáncer de piel y al envejecimiento prematuro.
Para poder contar con la etiqueta de “amplio espectro” en el envase, el producto debe pasar determinadas pruebas que lo demuestren. Y los que no las superen, deben advertir que sólo protegen contra las quemaduras solares, no contra el cáncer o el envejecimiento de la piel.
Con un SPF 30 o superior
Comprueba siempre el Factor de Protección Solar (o SPF) que se indica en el envase del producto, el cual muestra el grado de protección contra los rayos UVB que puede ofrecer la crema. Se recomienda que sea superior a SPF 15, más entorno a un SPF 30 o 50.
Los filtros solares con SPF 15 filtran un 93% de los rayos UVB, los SPF 30 filtran un 96%, los SPF 50 alrededor del 98% y los SPF 100 sobre el 99%. No hay ningún filtro solar que proteja completamente del sol, pero cuanto más filtre, mejor.
Una recomendación: El Gel Solar de Nezeni
Con clasificación PA
Del mismo modo, la protección contra los rayos UVA se indica mediante la clasificación PA. Cuanto mayor sea el número de + frente a la PA, mejor será la protección que ofrece el producto.
Los ingredientes
Fíjate en los ingredientes activos. Estos son los filtros que absorben y/o reflejan los rayos, a diferencia de los ingredientes que calman la piel o realzan la textura del producto. Los más comunes son:
- Avobenzona: Un ingrediente activo químico común, penetra en la superficie de la piel y ayuda a absorber los dañinos rayos UVA. Si la avobenzona está en la etiqueta, busca también ingredientes como el octocrileno y el octisalato, que estabilizan la avobenzona para que siga siendo eficaz durante más tiempo.
- Óxido de zinc o dióxido de titanio: Estos “activos” son compuestos físicos. En lugar de absorber los rayos, los reflejan lejos de la piel. Son una buena opción para aquellos con piel sensible.
El protector solar no debe contener ingredientes peligrosos, y con ingredientes peligrosos nos referimos a disyuntores hormonales, irritantes o alérgenos.
¿Debes cambiar a un protector solar que sea biodegradable?
Con resistencia al agua o sudor
“Resistente al agua” no significa “impermeable”. Ningún protector solar es completamente impermeable o “a prueba de sudor”, y las marcas no están autorizados a afirmar que lo son.
Si se indica que el producto dice ser resistente al agua, debe especificar si la protección es eficaz durante 40 u 80 minutos mientras estás en el agua o sudando.
Para curarte en salud, vuelve a aplicar la crema al menos cada 2 horas, e incluso con más frecuencia si estás nadando, sudando o te secas con la toalla.
No comedogénico
Si tienes la piel grasa, mixta o con tendencia acnéica, asegúrate de que tu protector solar facial sea no comedogénico, que quiere decir que no obstruye los poros.
Los protectores solares a base de agua están disponibles en el mercado. Si tienes una piel grasa o propensa al acné, usa un producto a base de agua que no tienen aceites. Estos no causan que tu piel se congestione como las cremas a base de aceite.
Que no pique
El producto que elijas no debe picar ni la cara ni el cuerpo ni los ojos. Si es así, entonces es que está en mal estado, o que alguno de los ingredientes te hace daño. Es hora de tirarlo y comprar otro que sea más cómodo y que se adapte a tu tipo de piel.
Para niños
Los niños necesitan protegerse del sol como nosotros los adultos, aunque su producto debe ser mucho más suave, debido a su piel sensible. Opta por fórmulas hipoalergénicas que no incluyen ingredientes que pueden causar reacciones alérgicas.
Para asegurarte de que esto no pase, compra una crema especialmente fabricada para niños, con filtros solares inocuos y suaves para la piel.
Evita los sprays
Es mejor evitar los aerosoles o sprays, ya que además de provocar un gran desperdicio de producto, hay más probabilidades de que inhales los productos químicos al rociarlo. Si te gustan porque son fáciles de aplicar o no dejan una sensación grasienta en las manos, prueba los geles en vez de las cremas.
El precio no es algo de lo que fiarse
Sólo porque un protector solar cueste mucho dinero, no significa que sea el mejor. Las marcas costosas pueden hacer que te sientas cómodo con una falsa sensación de seguridad, pero pueden no ser tan efectivas como otras marcas más baratas. La clave está en los ingredientes.
Fecha de caducidad
Por último, pero no por ello menos importante, comprueba la fecha de caducidad del paquete. Esto debería convertirse en un hábito para todos nosotros al comprar cualquier producto.
Un producto pasado de fecha de caducidad puede causar daños graves, ya que los ingredientes tienden a degradarse con el tiempo.
Aplicación segura
- Aplica el protector cada dos horas, cada vez que salgas del agua, inmediatamente después de secarte con la toalla, siempre siguiendo las instrucciones del envase.
- Aplícalo 30 minutos antes de salir de casa, no cuando ya hayas llegado a la playa.
- Distribúyelo uniformemente por todas las áreas expuestas al sol, incluso en los lugares donde no creas que el sol golpea, como entre los dedos de los pies y detrás de las orejas. Los rayos UV rebotan alrededor, por lo que cada parte de ti necesita protección.
- Para obtener la cantidad adecuada, lo recomendable es aplicar una cantidad como de un vaso de crema para todo el cuerpo y la cara.
Otras formas de protegerte del sol
Ahora que ya sabes cómo elegir un buen producto protector, y como usarlo correctamente, sigue estos consejos que te ayudarán a complementar la protección frente al sol, con el objetivo de evitar todo lo posible el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel:
- Cúbrete. Cuando salgas al sol, vístete con camiseta y pantalón largo, y ponte un sombrero o gorra para proteger toda la piel posible. Protege tus ojos con gafas de sol que bloqueen la luz UV.
- Busca la sombra. Limita el tiempo que pasas frente al sol, sobre todo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos UV son más dañinos.
- Evita los solariums, pues pueden dañar gravemente la piel a largo plazo, e incluso provocar cáncer de piel.
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