Aplicar una capa de protector solar es una buena manera de evitar una quemadura y cáncer de piel, pero su uso es más una ciencia que un arte.
El protector solar sólo puede hacer su trabajo -proteger tu piel del daño- si tu haces el tuyo. Y eso implica que debes saber lo que haces (y como lo haces).
Evita estos errores comunes que seguramente estás cometiendo para asegurarte de que estás sacando el máximo provecho a tu protector solar. Si no sabes cuál elegir, escoge el mejor para tu piel aquí.
Sólo te pones protector solar cuando sabes que vas a estar al aire libre
El protector solar debe ser parte de tu rutina diaria los 365 días del año. El primer error que cometemos es que solamente utilizamos protección solar cuando vamos a la playa o pasamos el día al aire libre.
No somos conscientes de que los rayos del sol pueden alcanzar nuestra piel, por ejemplo, mientras vamos conduciendo, o nos sentamos al lado de una ventana, esté abierta o no.
No es ninguna tontería, pues hay estudios que han encontrado una clara relación: una buena parte de los casos de cáncer de piel son únicamente en el lado izquierdo del cuerpo, el lado más expuesto a la luz UV al conducir.
Para adquirir el hábito de aplicarnos el protector solar todos los días, una buena idea es hacerlo siempre tras una tarea que repitamos a diario, como lavarnos los dientes por la mañana, o afeitarnos.
Asumes que aplicar un SPF alto significa que puedes pasar más tiempo bajo el sol
Si te pones un SPF 90 o 100 puedes permanecer más tiempo al sol, ¿verdad? Um, no. Los números más altos, como los FPS 75, 90 y 100, dan a las personas una falsa sensación de seguridad, y hace que permanezcan más tiempo al sol.
Un estudio publicado en el International Journal of Cancer encontró que las personas que usaban un FPS 30 pasaban hasta 25 por ciento más tiempo bajo el sol que las que tomaban FPS 10, lo que significa un mayor riesgo de quemaduras solares, así como de daños en la piel que no se pueden ver.
Cíñete al FPS 30 o 50 y vuelve a aplicarlo por lo menos cada dos horas, o con más frecuencia si has estado en el agua.
El FPS 30 bloquea el 96 por ciento de los rayos UVB, y el FPS 50 bloquea el 98 por ciento, no merece la pena utilizar más FPS, ya que no hay una diferencia práctica. Ningún protector solar puede bloquear el 100% de los rayos.
No usas suficiente cantidad
Si te aplicas suficiente cantidad de protector solar, debes reponer tu suministro varias veces cada verano. La cantidad del tamaño de una pelota de golf es la perfecta para cubrir todo el cuerpo.
Esto se traduce en el uso de entre un cuarto y la mitad de un envase de 225 ml por persona durante un largo día de playa.
Las investigaciones muestran que la mayoría de las personas se aplican sólo entre el 25 y el 50 por ciento de la cantidad utilizado durante las pruebas, lo que significa que su cobertura real de SPF es aproximadamente un tercio de lo que está en la etiqueta. (En otras palabras, un FPS 30 es tan eficaz como un FPS 10 si no se aplica a fondo).
Usas el protector que ha estado en tu bolsa de playa varios veranos
Antes de aplicarte la crema, revisa su fecha de caducidad. Sí, los protectores también caducan, y si esto pasa, es probable que no ofrezca la protección adecuada debido a que los químicos se vuelven inactivos con el tiempo.
Si no hay una fecha de caducidad estampada en el envase, seguramente haya un símbolo PAO (lo reconocerás porque está indicado mediante un bote con la tapa abierta), que identifica el periodo de vida útil del producto una vez abierto. Generalmente es de 12 meses.
¿Tienes un tubo escondido en la guantera o en el maletero todo el verano? Tíralo. El calor puede hacer que los ingredientes activos se descompongan, haciéndolos menos efectivos y dejando tu piel en peligro.
Olvidas zonas como las orejas, el cuero cabelludo y los labios
Es necesario cubrir todas las zonas expuestas a los rayos del sol, lo que incluye zonas tan olvidadas como las orejas, el cuero cabelludo, los labios, la parte delantera y trasera del cuello, el dorso de las manos y la parte superior de los pies, donde a menudo se desarrolla cáncer.
Utiliza bálsamos labiales con SPF incluido y vuelve a aplicarlo cada 90 minutos o dos horas. Elige un protector en stick para llegar mejor a estas áreas, pero no te olvides de aplicarlo.
Te aplicas el protector solar después de vestirte
Si alguna vez te has puesto protector solar antes de un día en la playa, entonces habrás notado pequeñas áreas quemadas alrededor de las costuras de tu traje de baño o de las aberturas de las piernas. Ya sabes, es mejor ponerse primero el protector solar y luego el bañador.
Probablemente no estés siguiendo la misma estrategia los días que no son de playa. Si quieres protegerte el cuello o la parte superior del pecho, tiene sentido aplicar la crema solar en el cuello, los brazos y los antebrazos antes de ponerte la camisa o la camiseta.
Las prendas se mueven, y si te pones protector solar después de vestirte y no quieres manchar tu ropa, es probable que te pierdas algunos puntos donde tu ropa se encuentra con tu piel. Estos son los puntos críticos que los dermatólogos desean que recuerdes aplicar el protector solar.
Lo aplicas después de llegar a la piscina o playa
Mejor aún: Aplícalo en casa antes de salir a la calle. Por un lado, esto le da tiempo a tu piel para absorber el protector solar, que es necesario para que haga su trabajo, ya sea desviar o absorber la luz UV, dependiendo del tipo.
Por otra parte, es menos probable que te despistes si lo haces antes de salir de casa. Ya estás protegido y ahora puedes hacer lo que te interesa sin contratiempos.
Sólo te lo pones por la mañana
Volver a aplicar el protector solar es muy sencillo en los días de playa, pero no sólo está expuesto a los rayos ultravioleta cuando estás tomando el sol. Los dermatólogos recomiendan volver a aplicar el protector solar cada dos horas, todos los días.
Si te lo pones antes de ir a trabajar y no te lo vuelves a aplicar, no estarás completamente protegido cuando salgas a la calle a la hora de la comida, o por la tarde.
Y si trabajas en una oficina con una ventana, particularmente si está en una esquina, las ventanas filtran la luz UVB, de modo que no te quemarás, pero estás recibiendo la luz UVA que aumenta el riesgo de cáncer de piel, envejecimiento prematuro, arrugas, manchas y flacidez de la piel.
Piensas que todos los protectores solares son iguales
Los protectores solares tienen diferentes filtros solares. Unos se denominan químicos, como la oxibenzona, avobenzona y salicilato de octilo (octisalato), que absorben la luz ultravioleta y cambian la longitud de onda para prevenir daños en la piel.
Mientras que los que se denominan filtros físicos generalmente utilizan óxido de zinc o dióxido de titanio, que en realidad reflejan la luz lejos del cuerpo. estos suelen ser más hipoalergénicos y mejores para la piel sensible, ya que el óxido de zinc y el dióxido de titanio son moléculas grandes que no se absorben en la piel.
Pero son más difíciles de aplicar, y suelen dejar un aspecto calcáreo -aunque las nuevas formulaciones han mejorado la textura y el color-.
Existe cierta controversia acerca de la seguridad de los protectores solares químicos, los cuales, según algunos, podrían desencadenar alergias o alterar las hormonas, aunque la mayoría de los dermatólogos creen que son muy seguros si se aplican según las indicaciones. Y además son mucho más fáciles de usar.
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No siempre utilizas un protector solar de amplio espectro
El número SPF del envase es una medida de lo bien que el producto protege la piel contra los rayos UVB, no contra los UVA. De hecho, muchos protectores solares no protegen muy bien contra los rayos UVA.
Para asegurarte, busca la inscripción “amplio espectro”, lo que indica que la fórmula también protegerá contra los rayos UVA. Aún así, la efectividad de un producto en la detección de los rayos UVA es generalmente de sólo un tercio de su SPF.
Por lo tanto, si usas un protector solar con un FPS de 30, es posible que sólo obtengas una protección equivalente contra los rayos UVA de aproximadamente 10, y eso sólo si el envase dice amplio espectro.
Usas menos protector solar porque tu piel es más oscura
Si bien es cierto que la piel más oscura tiene cierta protección natural contra las quemaduras y el cáncer de piel, es un mito pensar que el color de la piel por sí solo es suficiente para prevenir el melanoma y otros tipos de cáncer de piel. Y confiar en esto puede ser muy peligroso.
Debido a la idea general de que la piel más oscura tiene menos riesgo, cuando se diagnostica cáncer de piel en la piel más oscura, generalmente ya está en una etapa posterior.
Aplica las mismas recomendaciones que otros tipos de piel de un SPF de al menos 30, reaplicado cada dos horas. Además, el protector solar también puede prevenir los problemas estéticos, como la decoloración, las manchas y arrugas.
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